Hay siete formas de recibir la palabra de Dios:
- Oírla: Romanos 10:17
- Leerla: 1ª Timoteo 4:13, Deuteronomio 11:19
- Estudiarla: 2ª Timoteo 2:15
- Memorizarla: Salmos 119:11,44,167
- Escribirla: Deuteronomio 11:18y20, Apocalipsis 2:1
- Cantarla: Efesios 5:19, Colosenses 3:16
- Meditarla: Josué 1:8, Salmos 1:1-3, 119:15 y 97
¿QUE ES MEDITAR LA PALABRA?
Meditar es aplicar con profunda atención el pensamiento, a la consideración de un pasaje de las Escrituras para recibir la revelación de la verdad de Dios por medio del Espíritu Santo.
A través de la meditación introducimos diariamente el alimento espiritual a nuestras vidas. Meditar en la Palabra de Dios no es una rutina sino un deleite porque la Biblia nos da respuestas prácticas a las situaciones que estamos viviendo.
La meditación es algo personal. Es Dios hablando a mi vida, de mi vida y para mi vida.
En Josué 1:8 Dios habla a su siervo diciéndole: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él…”
David amaba la meditación. La consideraba dulce (Salmo 104:34). El pasaba largos tiempos meditando en la ley de Dios (Salmos 119:48, 87 y 148).
PASOS PRÁCTICOS PARA LA MEDITACIÓN:
- Este es un tiempo para estar a solas con Dios. Podemos tomar 20 a 25 minutos en un lugar tranquilo donde no seamos interrumpidos.
- Podemos tomar 2 a 3 versículos o un capítulo de la Biblia y centrarnos en ellos. En ese caso es importante ver el contexto en que fueron escritos esos versículos para que el mensaje que recibamos sea el apropiado.
- Leer varias veces el pasaje, poniendo mucha atención a cada frase o palabra.
- Escoger algún versículo clave y memorizarlo. Esto nos sirve para tener la Palabra del señor presente todo el día, y así recibir revelación.
- Hacer algunas observaciones como las que detallaremos a continuación:
- Las comparaciones que hay en el texto. Ej: Salmo 1:3, compara al hombre justo con el “árbol plantado junto a corrientes de agua, que dá su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace prosperará”.
- Si hay palabras o frases que se repiten, significan que son relevantes y que el autor les da especial importancia para transmitirnos su mensaje. Ej: Salmo 136 nos insta a alabar a Dios “porque para siempre es su misericordia”. La repetición de esta frase a tracés de varios versículos del salmo, intenta destacar la permanencia del carácter misericordioso de Dios.
- Definir cuáles son los mandamientos que se desprenden del pasaje bíblico. Ej: Colosenses 3:13, donde los mandamientos son “soportarse y perdonar”.
- Es importante ubicarlas y proclamarlas para que nuestra fe aumente y nos afirmemos en ellas. Ej: Isaías 41:10 nos promete que Él siempre estará con nosotros, nos dará fuerzas, nos ayudará y nos sostendrá con la diestra de su justicia.
- Son palabras que nos dan ánimo para hacer algo, o para enfrentar situaciones difíciles. Ej: Salmo 27:13-14, nos alienta a esperar en el Señor, sabiendo que en esta vida veremos su bondad manifestada en nosotros.
- Palabras y frases claves. Son las que le dan sentido al texto. Por ejemplo, Colosenses 3:8-12 nos habla sobre la vida antigua y la nueva; allí las frases claves son: “Dejad también vosotros todas estas cosas…” y “vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados”, pues indican el sentido de la voluntad de Dios hacia nosotros, en dejar la pasada manera de vivir y vestirnos de la nueva.
- Consiste en entender lo que el autor quiere decir a través de ese texto bíblico. Nos ayuda a saber quién lo escribió, a quién fue dirigido, cuándo fue escrito, etc. Por ejemplo, el libro de Nehemías, responde a un momento histórico en donde el pueblo judío había sido llevado cautivo a Babilonia y sólo un remanente había quedado en Jerusalén. En estas circunstancias, Nehemías decidió volver a Jerusalén y dirigir la reconstrucción del muro, a pesar del desánimo del pueblo y de la oposición de los enemigos.
- Correlación. Buscar otros pasajes que hablen del mismo tema y se relacionen con el que estoy meditando. Estos nos permiten complementar el contenido de dicho versículo o pasaje. Ej: Si meditamos en la confesión de pecados, leyendo 1ª Juan 1:9, podemos relacionarlo con otros versículos tales como Salmos 32 y Proverbios 28:13.
- Después de todos estos pasos prácticos, viene la parte más importante, que es la aplicación del texto bíblico a mi vida, es decir, cómo debo poner en práctica lo que Dios me habló personalmente. Puede ayudarnos el hecho de hacer algunas preguntas tales como:
- ¿Qué es lo que Dios está tratando de decirme?
- ¿Cuál es su voluntad en una determinada decisión que tengo que tomar?
- ¿Hay pecados para arrepentirme?
- ¿Hay actitudes que cambiar?
- ¿Hay alguna persona que tengo que tengo que pedir perdón?
Luego, viene la respuesta de mi meditación para Dios, que consistirá en obedecer aquello que Él me está mandando; y creer lo que me está revelando.
¿CÓMO ESTUDIAR LA BIBLIA?
- Estudio por libro. Consiste en seleccionar un libro de la Biblia y leerlo varias veces tratando de interpretar cual es el mensaje que el autor ha querido transmitir. Para este tipo de estudio, es de mucha ayuda conocer el contexto histórico en el que fue escrito, para lo cual se recomienda algún libro que brinde esta información.
- Estudio por personaje bíblico. Consiste en tomar un personaje de la Biblia y estudiar su vida, su obra y en especial aquellos principios de Dios que dicho personaje obedeció y las bendiciones que le siguieron; así como los principios de Dios que desobedeció con sus respectivas consecuencias. La Biblia es un libro que no oculta las debilidades de los héroes, porque no está destinada a la exaltación del hombre, sino a la obra de Dios en el Hombre.
Hay personajes cuya vida se encuentra resumida en un solo libro. Ej: Nehemías, Ester, Rut, Etc. Hay otros, cuyas referencias se encuentran en varios libros, tales como David, Salomón, Jesús, Pablo, Pedro, Juan, etc.
- Estudio por tema. Consiste en escoger un tema bíblico tal como el amor, justicia, fe, etc. y estudiando a lo largo de toda la Biblia. Para este sistema es de mucha utilidad contar con una Concordancia bíblica para encontrar aquellos versículos que se relacionan entre sí, al referirse al mismo tema.
Cualquiera de los sistemas que se utilice deberá buscar un objetivo principal, no una mera información de carácter histórico, sino la aplicación de los principios de Dios en forma concreta e individual para nuestras vidas.
CONCLUSIÓN:
La Biblia, es más que un libro histórico o filosófico. Es la palabra de Dios para nuestras vidas; es la revelación perfecta de Dios que guía a cómo vivir esa vida. De allí la importancia de la meditación y el estudio de la palabra.
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